Ayer 17 de febrero fue un espectáculo increíble y CMBbooking tuvo la suerte de estar allí y presenciar una maravilla de show y tener la suerte de vivirlo en primera persona ya que la participación de Lucrecia como amiga, como artista, colaborando en que esa magia que se creó en el Teatro Real, al completo de público, disfrutara del arte que el genio que es Miguel Poveda hizo sobre el escenario y nos pusiera los pelos de punta y el sentimiento a flor de piel.

Como hemos comentado Miguel Poveda estuvo el 17 de febrero en concierto en Madrid presentando su nuevo disco «Diverso» en el Teatro Real de Madrid. Es un trabajo en el que el artista, un cantaor de flamenco con una carrera más que reconocida por su calidad, su empatía con el público, una pasión por su trabajo que ha demostrado a lo largo de tantos años de carrera y ahora nos enseña con un viaje por el flamenco, las rancheras, el tango, la canción popular mexicana o el bolero, y que según ha manifestado el propio artista “es una paleta de colores que estaba en mí y que necesito mostrar”, diferentes estilos musicales que le han ido madurando, perfeccionando y evolucionando en su personal crecimiento profesional.

Para esta primera cita tan especial, Miguel se ha querido rodear de grandes amigos que le acompañaran a lo largo del concierto: Alaín Torres, Alba Carmona, Lucrecia, Pepe Habichuela, Antonio Canales o Leo Minax son algunos de los artistas de renombre que se unieron en el escenario para crear los puentes culturales de los que habla en su último trabajo.

Queremos agradecer a Miguel Poveda primero por ofrecer un espectáculo inolvidable y segundo por contar con Lucrecia para que entre los dos nos crearan esa magia, que con esos ritmos espectaculares, con su entusiasmo, su vehemencia sobre el escenario hicieran que los pies nos bailaran sin poder controlarlos en nuestros asientos y, en consecuencia, reconocer la entrega en un trabajo para simplemente hacernos disfrutar de una noche imborrable en la memoria de los recuerdos de esos conciertos que quedaran en la retina y los corazones de los que estuvimos allí.