Miguel Poveda presentó su nuevo álbum el domingo 19 de junio en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, escenario sobre el que su nuevo disco bautizado como Diverso, lo expuso para su público y lo hizo con ese entusiasmo, puro arrebato, que a veces desbocado en su pasión solo el de Badalona sabe crear con naturalidad y aparente espontaneidad. Se nota que Miguel Poveda se cree todo lo que canta, y consigue que nosotros también nos lo creamos, ya se trate de una copla popular, un tango, una ranchera o un desgarrado canto a la libertad, porque señalamos que es un trabajo en el que combina el flamenco con otros géneros musicales.

Poveda asegura que, con este trabajo, quiere reforzar su «compromiso social con la única y humilde intención de crear conciencia a las nuevas generaciones, desde el amor más absoluto a la belleza y la diversidad de nuestro planeta». Libertad fue precisamente la palabra más repetida de la noche. Poveda la reclamó una y otra vez. Y también la diversidad como ha quedado claro en el título de su último disco y en el tema que cerró oficialmente el concierto: Diverso. Poveda no tiene miedo de hablar de esa libertad y esa diversidad, ya sea social, política, económica o sexual. Sin querer convertirse en portavoz de nada, hace una declaración de intenciones o de deseos sin nada que ocultar ni demostrar, sin barreras, censuras, ni falsas contenciones.

En este trabajo, el artista de Badalona asegura que ha querido «viajar por diferentes músicas de América» sin renunciar a ser él mismo, lo que explica la combinación de géneros presentes en el álbum y lo hace con una música que, por supuesto, parte de las raíces flamencas pero también por muchos otros estilos musicales que, inmediatamente, hace suyos: del recuerdo a Carmen Amaya pasó directamente a García Lorca rememorando a Walt Whitman,  remató con la definición de patria de Rubén Blades y, uno de los momentos más intensos del concierto, la versión bilingüe del Pare de Joan Manuel Serrat, siguió su defensa de la transexualidad y de ahí boleros cubanos, tangos argentinos, corridos mexicanos, malagueñas, alegrías y recuerdos para su querido Jerez mientras se proyectaban fotografías de las estatuas de La Paquera y Lola Flores.

Y nosotros felices de estar con este gran artista, como ya sucedió cuando él vino a Madrid, esta vez nos trasladamos nosotros a Barcelona a disfrutar del Liceu y de la unión de dos voces que cuando se combinan hacen magia sobre el escenario, público en pie, Lucrecia entró pisando fuerte con una presentación tan cariñosa que el propio Miguel Poveda hizo de ella, como la llamó: “nuestra querida cubana-catalana”, y verdaderamente ambos se sienten en casa cuando están en el precioso teatro que, lleno de un público fiel que no paró de disfrutar, pletórico sólo pedían más. Ambos demostraron la potencia de su voz, demostraron su amistad, su compenetración artística.

Agradecemos al Gran Teatre del Liceu, el trato, a producción la maravilla de trabajo realizado y a Miguel Poveda y a Lucrecia, sólo decirles a ambos que ¡Queremos más! Queremos disfrutaros muchas más veces porque es un privilegio escucharos, las voces, los temas, el ritmo, la pasión, …Confirmo mi sensación CMBbooking como oficina, un placer trabajar con vosotros y como amantes de la buena música seguro que queremos ¡MÁS!